Más allá de la mascarilla

Más allá de la mascarilla

Por: Glenda Molina (Líder de Programa POPAC)

Muchos piensan que el cuidado cardiorespiratorio consiste sólo de la aplicación de terapias de nebulización con la famosa mascarilla de terapias que se ha vuelto símbolo de nuestra profesión. Sin embargo, en mis 26 años como terapista respiratorio he formado parte de un equipo multidisciplinario en dónde he realizado un despliegue de funciones que distan mucho de la simplicidad de una mascarilla.

El terapista respiratorio es un apoyo vital para la preservación de la vida del paciente ya que sin un sistema respiratorio funcional el cuadro clínico de un paciente se complica. La participación del terapista en el diagnóstico del paciente es esencial ya que a través de las pruebas de sangre arterial, de función pulmonar y de apnea del sueño se presenta un cuadro que permite al médico recomendar el tratamiento correcto.

Más allá de las pruebas de diagnóstico, el terapista participa en equipos de tratamiento en diversos escenarios: desde situaciones de emergencia como los paros respiratorios, el mantenimiento de vida a través de soporte artificial, como lo es el uso del ventilador, hasta el tratamiento de prevención post-operatoria realizado con ejercicios respiratorios para evitar complicaciones en pacientes.

Los terapistas trabajamos con pacientes de todas las edades y condiciones, desde neonatos hasta envejecientes, lo que hace de nuestra profesión una multifacética y de equipo. Nuestro objetivo principal es determinar las necesidades del paciente para evitar daño adicional y proveer un cuadro correcto de manera que el médico pueda determinar tratamiento.

Algunos de los lugares donde son necesarios los terapistas respiratorios son unidades de intensivo, salas de emergencia, compañías de transporte de pacientes, oficinas de neumología, “home care” y medicina general.

Así que más allá de la mascarilla los terapistas respiratorios tenemos la responsabilidad de ayudar a otros a respirar mediante las herramientas que adquirimos y siempre hay que recordar que respirar es vivir.

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